La industria 4.0 hace hincapié en la fabricación inteligente de productos, en los métodos y en los procesos. Los componentes interconectados en red a través de Internet refuerzan de forma activa el proceso de producción. El sistema PMX de HBM ya incorpora estas funciones inteligentes en sus canales de cálculo interno. Por ello, es un sistema “ciberfísico” que se puede utilizar para configurar una fábrica e infraestructuras inteligentes.
Las operaciones de mantenimiento se pueden controlar mediante las opciones de diagnóstico integradas. Eso significa, por ejemplo, que las paradas de mantenimiento se pueden programar, en lugar de efectuarlas en momentos que afectan negativamente a la actividad porque surge una necesidad inmediata.
Todo ello se basa en la disponibilidad en tiempo real de toda la información relevante a través de una red, un requisito indispensable de la industria 4.0. Las personas y los sistemas interconectados, entre ellos PMX, crean redes de trabajo dinámicas, que se optimizan y auto organizan en tiempo real, con valor añadido y utilizables desde toda la estructura de una empresa. La optimización puede llevarse a cabo en función de diferentes criterios, como coste, disponibilidad o consumo de recursos.
El tiempo es dinero; ahorrar tiempo es sinónimo de ahorrar dinero. Esta visión es algo así como un mantra para los fabricantes de sistemas y máquinas. Un dispositivo de automatización tiene que ser capaz de gestionar tantas tareas y procesos como sea posible, de forma rápida, sencilla y sin errores. Pero tampoco hay que olvidarse de las personas y los operarios de los sistemas. Dicho de otro modo: para trabajar eficazmente y ahorrar costes es indispensable que el funcionamiento, la visualización y el diagnóstico resulten sencillos.
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